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En Chile y el mundo, el rol de la mujer en sociedad ha ido cambiando y avanzando, ha tomado más protagonismo, participación ciudadana y se ha esforzado por demostrar que tienen los mismos derechos que el hombre en toda materia que los compete. En Chile se les concedió el derecho a voto en 1949 y en 1952 participaron por primera vez en una elección presidencial (en ese entonces, sólo se les permitía intervenir en elecciones presidenciales y parlamentarias). Desde ahí en adelante la participación femenina en los procesos electorales se fue ampliando hasta llegar a 1970 donde ya estaba a la par con los votantes masculinos. Sin embargo, hoy en día la participación femenina como candidatas o mujeres que ocupan cargos públicos, es mucho menor que a la del género masculino. Según un estudio realizado por ?Comunidad mujer? (organización independiente y transversal que promueve los derechos de las mujeres en Chile) se establece que sólo existe un 15,8% de mujeres en el poder legislativo, un 39% de ministras (Ejecutivo) y en el Poder Local un 23% de mujeres (12,7% alcaldesas · 24,9% concejalas). Mucho más bajo que la representación masculina en estos mismos cargos. En mayo 2014, se envió al congreso un proyecto de ley que busca modificar el sistema electoral binominal por uno proporcional, con cuotas de género 60/40 para la nominación de candidaturas, llamado "Ley de cuota". Esta ley exige a los partidos o pactos presentar listas igualitarias en términos de género (Hombre- Mujer); esto significa que hombres y mujeres deben tener al menos de un 60% y 40% respectivamente de representación en las listas de cada partido o pacto. Lamentablemente este proyecto sigue pendiente. En lo laboral también existe desigualdad, ya que los salarios de las mujeres son considerablemente menores en promedio al salario masculino por el mismo tipo de trabajo. Esto se debe a que Chile tiene una cultura machista, las empresas prefieren contratar a hombres, ya que las mujeres sobre todo en edad fértil o con hijos deben estar disponible para cualquier tipo de eventualidad. Por otro lado para las compañías es un problema asumir los gastos del pre y post natal o habilitar sala cunas para los hijos de sus trabajadoras. Por lo tanto podemos decir, que la cultura chilena responsabiliza a la mujer en lo que respecta al cuidado y bienestar de los hijos de forma exclusiva y arbitraria. Otras situaciones apremiantes son: La violencia contra las mujeres y la inseguridad frente a los derechos sexuales y reproductivos. Según el SERNAM (Servicio Nacional de la Mujer), 1 de cada 3 mujeres ha vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas o ex parejas y en lo que va del año ya son 6 las víctimas de femicidio en Chile.