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El Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), con fecha 28 de abril ha concedido a Curacaví dos importantes sellos de origen. El primero se trata de la Chicha de Curacaví, la cual fue reconocida como Denominación de Origen (DO), ello al haber podido demostrar que su calidad y reputación es imputable, fundamentalmente, a su origen geográfico y además a otros factores naturales y humanos, ello en su proceso de elaboración. La bebida se produce de forma 100% artesanal, elaborada a base de uva y en su proceso no se utilizan ingredientes extras. La molienda y el triturado se realizado con las manos, utilizando la zarnada. A su vez, los Dulces de Curacaví, obtuvieron su certificación como indicación geográfica, ello ya que su calidad y reputación es imputable a su origen geográfico. Si bien en este caso intervienen en el proceso personas, se consideró que esto no lo hacía único y que por tanto lo que le brindaba su sello sólo era el lugar, por ello se le otorgó distinción como I.G. Lograr un sello de origen permite reconocer el valor de los productos en nuestro país y además evita la competencia desleal. Pueden solicitar una I.G o D.O cualquier persona natural o jurídica que represente a un número significativo de productores, fabricantes o artesanos siempre que sus unidades productivas de encuentren dentro de la zona de delimitación geográfica de la Indicación o Denominación respectiva, como también puede ser solicitado por una autoridad nacional, regional o provincial que cumpla el requisito ya mencionado. Su protección es indefinida, y el estado solicita el pago de 3 UTM para solicitar su registro. Con estas dos, ya son 26 sellos de origen que ha otorgado el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual.