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Enfrentar un divorcio puede traer consigo muchas consecuencias emocionales; por lo que es necesario aprender a sobrellevar esta desilusión de la mejor manera posible para no perder el rumbo. Cuando un matrimonio se termina, ya sea por falta de amor, compromiso, violencia, desacuerdos, entre otros, se cierra una etapa en la vida y comienza otra. Pero antes de poder cerrar este círculo, debemos considerar los diferentes estados emocionales que van desde el enojo, la depresión, negación y, por último, la aceptación. Es en este momento cuando la persona tiene que tener la capacidad de entender este "duelo" y darse cuenta de que el divorcio puede traer muchos beneficios tanto emocionales, como nuevas oportunidades, logrando finalmente mirar la vida desde una perspectiva diferente y positiva. El alivio, la paz y tranquilidad es un sentimiento muy común en personas que salen de una relación tormentosa, las cuales se sienten más libres, felices y con más determinación de rehacer su vida. Esa libertad (hombres y mujeres) les permite en el tiempo, poder expandir su vida profesional y personal que tal vez en el pasado pudiera haber estado limitada y enfocada únicamente en el hogar y la familia. Otra realidad, son las personas que salen heridas y derrotadas, sin ganas de vivir o sintiendo que se les cae el mundo encima. Nadie más que ellos tienen la facultad de revertir esta situación y considerar que también es un nuevo espacio para realizar diversas actividades o retomar hobbies que tenían antes de casarse o dejaron de hacer por otras responsabilidades como: leer, sacar fotografías, estudiar, hacer ejercicios o actividades al aire libre, viajar, reunirse con amigos y cuidarse. Se pueden reforzar los lazos con los hijos en el caso de que hubiesen, a través de esta nueva oportunidad. Un punto no menor, es informarse conforme a las leyes sobre temas económicos en disputa como: propiedades, bienes en común, pensión alimenticia, regular visitas con los hijos en los casos necesarios y las compensaciones económicas que pudiesen haber por alguna de las partes involucradas. Esto con el fin de no desgastar más la relación después del divorcio. Por lo tanto el divorcio es una opción efectiva y sana de volver a comenzar, lleno de oportunidades y aventuras con un dejo de incertidumbre y emoción que nos da la vida.