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En un reciente caso tramitado ante el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, se confirmó la legalidad de los despidos realizados por una empresa bajo la causal de necesidades de la empresa, estableciendo un importante precedente sobre cómo justificar este tipo de decisiones.

El juez analizó exhaustivamente los estándares de eficiencia operacional de la empresa, así como el aumento de ventajas competitivas en procesos, operaciones y estructura organizacional. Se concluyó que la empresa se vio obligada a realizar una reestructuración significativa para garantizar una operación económicamente sustentable y viable. Estas medidas incluyeron la eliminación de turnos nocturnos y la no reposición de ejecutivos, lo que justificó la reestructuración y, en consecuencia, los despidos.

El tribunal subrayó que la empresa cumplió con su obligación de justificar adecuadamente la causal invocada, no limitándose a citar conceptos genéricos. En su lugar, la empresa detalló cómo las alteraciones en su funcionamiento afectaron las decisiones tomadas y sus consecuencias, cumpliendo con los requisitos legales.

Además, el tribunal enumeró varios hechos que demostraron cambios significativos en la empresa durante el año en que ocurrieron los despidos, incluyendo una reducción de personal y un deterioro económico grave, corroborado por testigos. También se concluyó que la empresa tenía el derecho de suprimir ciertos puestos según su poder de dirección, sin necesidad de justificar la elección de un trabajador sobre otro, ya que esto caía dentro de la discreción del empleador.

Como resultado, el tribunal rechazó la demanda de despido improcedente y desestimó la acción por la restitución del aporte al seguro de cesantía, ratificando que los despidos fueron realizados en respuesta a una crisis económica real y significativa.

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