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La elección de un nombre de dominio es una de las decisiones más importantes que harás para tu negocio. Tu nombre de dominio caracteriza al negocio y que te quedes con él por un largo tiempo. En la mayoría de los casos, debes elegir un nombre de dominio a la vez que sea tu nombre comercial. Cuando tu nombre de dominio coincide con el nombre de tu negocio, tienes muchas más posibilidades de ser recordado y, al mismo tiempo, mantener tu imagen de marca coherente y unificada. Que sea memorable. El cerebro tiene una notable capacidad de memoria, pero el dominio que elijas debe atender a estos poderes. Único. Los mejores nombres de dominio evitan ser una mezcla de palabras o frases comunes: se destacan en la memoria, ya que son inusuales. Visual. Si tu nombre de dominio sugiere algo que puede ser visto o tocado, esto mejora su memorabilidad. Pegadizo. La más fácil de decir, leer y repetir, es la más fácil es recordar. Ordenado. Al cerebro le gustan las cosas que se organizan naturalmente. Memorizar es un proceso de organización. Cuanto mejor organizado un nombre de dominio esté, más memorable será. Que sea corto. Tu nombre de dominio debe ser corto, si quieres que la gente lo recuerde. Por desgracia, algunos propietarios de negocios se vuelven codiciosos con palabras clave, y crean nombres de dominio que son un revoltijo de palabras clave. Es mejor elegir un nombre corto y dulce, incluso si no tiene ninguna palabra clave. Que sea relevante. Este nombre debe reflejar algunos conceptos de lo que la empresa es o hace. Los buenos nombres de empresas son únicas y llaman la atención. Empresas sin nombres claros corren el riesgo de ser olvidadas y, peor aún, no encontrar nombres de dominio disponibles. No debes elegir un nombre de empresa, simplemente a causa de un nombre de dominio de palabras clave de alta densidad que está disponible. Deja que tu nombre comercial tenga prioridad sobre las palabras clave.