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Antiguamente cuando necesitábamos algo íbamos a la tienda de la esquina y lo comprábamos, nos conocían sabían nuestros gustos y necesidades. Tal vez incluso nos llevaran los productos a nuestra casa o comunidad, por lo tanto la interacción que teníamos era con los comerciantes. Con la llegada de las marcas y grandes tiendas, esta relación directa desapareció, dejándole todo el trabajo a las marcas. Ahora estas no sólo se sirven de sus productos e identificación para conectar con el cliente. También usan redes sociales y tecnología para hacer recomendaciones personales y crear puntos de contacto más directos. Por eso es importante que aprendas algunos principios básicos para que tu marca sea lo más personal posible y no confundas tu imagen con la conexión que debe hacerse con el cliente en todo momento. Que tu imagen evoque momentos y no adquisiciones. Si reduces tus contactos con el cliente a una simple transacción es difícil que tu marca llegue a ser querida. Vende experiencias y momentos. Usar la tecnología para acercarte. Mucha gente habla de lo deshumanizadora que esta puede ser pero nada es más falso. Las TI y las telecomunicaciones nos permiten estar en contacto constante con cualquier persona en el mundo. De esta forma puedes usar tus redes para involucrarte en la vida de tus clientes y que tu marca no sea algo que sólo recuerden al comprar. Pensar en apps y estadísticas. Puedes usar la tecnología también para atender a tus clientes de forma personalizada incorporando estadísticas a tu sitio. Estas te permitirán hacer sugerencias de compra, dar felicitaciones de cumpleaños y más.