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Registrar una marca lleva tiempo, dinero y no siempre tenemos los recursos pero es un paso primordial en la seguridad de nuestra empresa y protección de sus activos. No pocas veces ha pasado que alguien funda una empresa empieza a comercializar y a tener éxito y, meses después, se encuentra con una demanda, por uso indebido. En la mayoría de los casos se debe a que un tercero, observando el éxito de la misma, se adelanta a registrarla para introducir esta demanda. Estos casos no son poco comunes y si estás convencido con un nuevo emprendimiento debes tener en cuenta estas precauciones. Es importante que contactes con un abogado o estudio jurídico para esto, así como conocer algunos conceptos básicos. Tipos de marca Nominativas: se identifican por sonido y por la forma en que están escritas. Innominadas: figuras o símbolos que representan marcas sin tener una letra. Aquells que no usan lenguaje escrito. Mixtas: estas usan tanto elementos, fonéticos como gráficos. Pueden ser abstractas. Tener en cuenta esto te ayudará a decidir el tipo de registro que deseas. Ten en cuenta que el registro de una marca es una inversión, no un gasto. De la misma forma que contratar un buen abogado que te ayude en este proceso servirá como inversión para procedimientos futuros. Por supuesto es mejor recurrir a alguien que ya tenga experiencia en el ramo y que evite cometer errores en el registro que limiten nuestras opciones o nos hagan repetir todo el proceso.